VINOS

La historia del vino griego es tan antigua como la propia civilización helénica. Los primeros vestigios de producción de vino en Grecia se remontan a más de 6.500 años, lo que la convierte en una de las más antiguas del mundo. En la antigüedad, el vino era parte esencial de la cultura griega, asociado a los rituales dionisíacos y al famoso simposio, donde filósofos y ciudadanos se reunían para debatir ideas mientras degustaban la bebida.

Los griegos fueron pioneros en la expansión del cultivo de la vid por todo el Mediterráneo, influyendo en la producción de vino en regiones como Italia y Francia. Durante el dominio romano y bizantino, la tradición se mantuvo fuerte, pero sufrió un declive bajo la ocupación otomana. Sin embargo, en el siglo XX la viticultura griega resurgió con fuerza, combinando tradición y modernidad.

Hoy en día, Grecia es famosa por sus vinos únicos, producidos a partir de variedades autóctonas como Assyrtiko, Xinomavro y Agiorgitiko, que expresan el terroir único del país. Con bodegas innovadoras y un resurgimiento de técnicas ancestrales, los vinos griegos están ganando cada vez más terreno en el mercado internacional.